No me toques las palmas...¡que te conozco!

Que poco ha durado siempre la dicha en la casa del pobre. 

Lejos aún del final de la situación que estamos viviendo por el Covid-19, ya hay personas y comunidades de vecinos que invitan al Personal Sanitario residente en las mismas, a que no regresen a sus domicilios particulares y se alojen en cualquier hotel habilitado.

No hay nada más reconfortante, después de jugarte la vida por ese vecindario en una larga jornada de trabajo, que regresar a casa y encontrarte con un aviso de este tipo:

Pero eso sí, luego salen puntualmente a sus balcones para tocarles las palmas.

Si continúan estas prácticas a las alturas en las que nos encontramos, no tardarán nada en regresar al estadio pre-virus, en el que todo eran críticas y amenazas, incluso agresiones, por parte de los usuarios del Sistema Nacional de Salud a estos profesionales...

¡Qué sería del vecindario y de la población sin ellos!

Lamentablemente, no se trata de un hecho aislado, sino que además, otros profesionales del Sector de la Alimentación han recibido idéntico trato.

Y por último, pero no por ello menos importante, quisiera añadir como ejemplo, lo que sucede todos los años en las Fiestas Navideñas, en las que justo al principio, todo son buenos propósitos y mensajes de amor y felicidad, que quedan justo en eso... en meros propósitos, que no consiguen sobrevivir al mes de enero.

Lo que quiero transmitir con este ejemplo, no es otra cosa que el deseo y la esperanza de revertir esta tendencia, para cuando se reanude la normalidad, se tengan en cuenta estas experiencias y no queden en agua de borrajas.

A los hechos me remito, así que...¡No me toques las palmas que te conozco!

JUAN ANTONIO MUÑOZ YÉBENES